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¡Hola a tod@s!
Hemos comenzado nuestras primeras
sesiones de vivenciación conociendo cómo funcionan los robots, cómo es su
lenguaje y cómo podemos los “humanos” comunicarnos con ellos,
es decir, cómo los programamos para que realicen la acción que nosotr@s
queremos.
Después de explicar, conocer, debatir y
compartir… ¡Pasamos a la acción!
En primer lugar, explicamos los
movimientos del robot y las primeras palabras que usaremos para comunicarnos
con él/ella. Para ello, mi compañera Rosa y yo hicimos de robots y programadora,
con el fin de que los niñ@s aprendieran y entendieran mejor estas palabras y
movimientos.
Seguidamente, comenzamos a jugar a
nuestro juego “Robots-Programador/a”.
Por parejas, un alumn@ hace de robot, y
otro alumn@ de programador/a.
Al “alumn@-robot”, le
colocamos el comando de botones en su espalda (lámina plastificada) y se
convierte automáticamente en robot, sin poder hablar, y, solamente se podrá
mover cuando oiga esas palabras mágicas.
En cambio, el “alumn@-programador/a” será
quien se encargue de pensar qué quiere hacer con el robot, dónde quiere que
vaya, cómo quiere que se mueva, por qué camino se desplazará y cómo será dicha
programación, o conjunto de órdenes. Irá diciendo en alto todos los pasos a
seguir: primero elegir el camino para llegar a un destino y señalarlo con la
mano antes para que los demás vayamos siguiendo la programación. Segundo, decir
en alto las órdenes, pasos o algoritmo, para llevar al robot de un punto a
otro. Tercero, programar al “alumn@-robot” pulsando en cada uno de los botones
que tiene en la espalda. Y, por último, pulsar en el botón Ok, para que
comience a andar, a realizar la programación que le hemos dicho y ver si llega
o no a su destino.
Este sencillo, pero completo juego que
nos inventamos el año pasado de “Robots-Progrmador/a”, es
fundamental para entender y comprender cómo funcionan los robots, cómo se
mueven y cómo nos comunicaríamos con ellos.
Hemos realizado varias sesiones usando
varios espacios y asignaturas: en nuestra clase usando los cuadrados del suelo en
la hora de Lengua, en el salón de actos usando los cuadrados del suelo en la
hora de matemáticas y en una zona exterior al lado de la entrada de colegio en
el que pintamos nuestro tablero de cuadrados con tizas en la hora de Educación
Física.
Una vez aprendido este juego y evaluando
por parejas el aprendizaje tanto de los movimientos en uno mismo como en otra
persona, se fueron reforzando en el recreo y en Educación Física.
Durante estas sesiones se observan
dificultades en la lateralidad, tanto en la propia persona como a la hora de
diferenciarla en otra persona o robot que esté en otra posición distinta a la
del alumn@ que programa. Aspecto que se ha seguido reforzando.
Os dejamos algunas imágenes de nuestras
primeras sesiones.
Esperamos que os gusten y os sean de
utilidad.
¡Saludos!
Mónica M. Rosco.